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Dotada de una gran belleza física, Isabel se caracterizó por ser una persona rebelde, culta y demasiado avanzada para su tiempo. Sentía un gran aprecio por los animales; amaba a sus perros, costumbre heredada de su madre, hasta el punto de pasear con ellos por los salones de palacio.
Le gustaban los papagayos y los animales exóticos en general. Hablaba varios idiomas: el alemán, el inglés, el francés, el húngaro, y griego.
Cuidaba su figura de una forma maniática, llegando a hacerse instalar unas anillas en sus habitaciones para poder practicar deporte sin ser vista.
Su alimentación dio también mucho que hablar, pues se alimentaba básicamente a base de pescado hervido, y frutas. A partir de los 35 años no volvió a dejar que nadie la retratase o tomase una fotografía; para ello, adoptó la costumbre de llevar siempre un velo azul y sombrilla. Entre otras excentricidades, al final de su vida también se hizo tatuar un ancla en el hombro, por el gran amor que sentía por el mar y por sentirse sin patria propia, como los eternos marineros que vagan por el mundo. Paseaba a diario durante ocho largas horas, llegando a extenuar a varias de sus damas de su séquito.Además, adoraba viajar, no permaneciendo nunca en el mismo lugar más de dos semanas. Disfrutó de la literatura. Pero hoy les quiero hablar de un tema menos conocido.
De sus largos cabellos que en ocasiones le llegaron a los tobillos pero normalmente lo llevaba a la longitud de las rodillas.
Sissi proporcionaba a su cabello todos los cuidados posibles, se sentía extremadamente orgullosa de su melena. Su agenda giraba en torno a ella, por lo que cualquier actividad oficial podía ser suspendida si este día coincidía con su jornada de lavado y peinado. Pero las apariciones públicas de Sissi con el cabello suelto eran solo en contadas ocasiones.
La persona encargada del cuidado de la melena de la emperatriz se llamaba Fanny Angerer. Fanny trabajaba como peluquera en un teatro de la Corte de Viena. Allí llamaron la atención de la Emperatriz los peinados que lucían las actrices, originales y llamativos.
La emperatriz, que era una mujer muy moderna para su época y huía de los clásicos peinados de la corte, decidió contratar en exclusiva y para el resto de su vida a la peluquera del teatro.
Su peluquera debía usar guantes blancos siempre que la peinaba. Sissi dedicaba alrededor de 3 horas diarias al cuidado de su pelo y lo lavaba cada tres semanas con una mezcla de huevo y coñac.
Su peluquera la peinaba sobre una sábana blanca, en donde caían los cabellos que, por cosas de la naturaleza, se desprendían de su cabeza. Si eran más de lo que ella consideraba apropiados, se enfurecía. Después de cepillar su pelo, Fanny debía crear elaborados peinados.
Elisabeth era considerada una de las mujeres más bellas de su época y ella era muy consciente de ello. Realzar y mantener su belleza ocupaba gran parte de su rutina diaria. Elisabeth se sentía especialmente orgullosa de su poblada melena.
A diferencia de otras mujeres de su tiempo, Elizabeth rehusó utilizar maquillajes muy fuertes o perfumes. Daba mucha importancia a la naturalidad y solo su larga melena podía ser rociada con esencias de perfume.
Alguno de sus famosos peinados expuestos en el museo que hay en Viena de Sissi.
Lavar su frondosa cabellera duraba por lo general todo un día y solía realizarse cada tres semanas y siempre con nuevas esencias. Elisabeth se enfadaba si veía que se le caían más cabellos de lo que ella consideraba normal. Por ello, la peluquera los ocultaba rápida y astutamente en el interior de su falda usando adhesivo.
Maniquí en el Palacio de Hofburg, que representa a Sissi y su largo cabello.
Espero que les haya gustado la historia, les veo en otro capitulo de historias reales de cabellos largos! Unanse a la comunidad del cabello largo. Suscribase al canal, comparta este video, visite mis redes sociales y que la magia de las hadas les acompañe!
Lo del maquillaje y perfume es incorrecto. Busca la crema de Guerlain que usaba.
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